VAYERA – וירא

Bereshit: 18:1-22:24
Haftará: 2 Reyes 4:1-37
Brit Jadasha: 2 Pedro 2:4-11

La vida de Abraham ha sido escogida para que su descendencia viva: Tzedek uMishpat, justicia y derecho.
Estas son las esperanzas que tiene Adonai sobre este hombre y sobre el pueblo que de el surgirá.
En contraposición, Lot que habia elegido vivir en la zona de Sodoma y Gomorra, se ha relacionado con gentes que han elevado su pecado al mismo cielo, y cuyo fruto será la visita de Di-s a través de ángeles, quienes destruirán estas ciudades o en todo caso, si existe posibilidad de mejora, llevaran a que Di-s se apiade.
Más allá del final de esta historia, que será la destrucción de Sodoma y Gomorra, vemos que la primera de todas las sendas es la Justicia y el Derecho, las cuales son base fundamental para las relaciones entre las personas de una sociedad.
Entonces podemos aprender que el peregrinaje de Abraham conlleva muchas  y progresivas enseñanzas.
Cual será la más difícil de las aproximaciones a Di-s que deberá hacer?
Seguramente el pedido del sacrificio del hijo,  el único que tenia,  mas simplemente de todo lo que tenia y en quien veía la concreción de las promesas que Di-s le habia hecho, es decir,  la razón de sus esperanzas.
Una vez mas, la actitud de Abraham es comparable con la actitud del temple de un hombre que aprendió a aceptar sin preguntar, sin siquiera decir un porque.
Habia aprendido la lección, justicia y derecho debía ser la expresión de su descendencia, y el signo de ella era la historia de su vida. En el se fijaran las futuras generaciones para medir su actitud ante los pedidos de Di-s y los desafíos de la existencia.
Yeshua claramente expreso que Abraham, en el momento culmine en que debería sacrificar a su hijo, si bien  observo el carnero sustituto que reemplazaría al niño se cuenta que le haya sacrificado, por ende, es como si su hijo hubiera resucitado, y se regocijo.
Entonces, sigamos el derecho y la justicia, teniendo a Abraham como ejemplo, y regocijándonos con la resurrección de Yeshua HaMashiaj.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico

VAYERA (2)

Abraham, vuestro padre se gozó de que había de ver mi día, y lo vio y se gozó” Juan 8:56
La travesía de nuestro padre Abraham en la senda de su acercamiento a D-os nos muestras las cualidades de un siervo fiel.  En Parashá Vayera lo vemos hospedar los ángeles de D-os que traían un mensaje de vida (el nacimiento de Itzjak) y un mensaje de juicio (la destrucción de Sodoma y Gomorra).
También se refleja la manifestación del amor a todos los pueblos cuando ora al Creador pidiendo por los justos antes de la destrucción.  Esta universalidad en el sentimiento aclara la esencia de todo siervo fiel e íntegro.
Sin embargo la Torá nos lleva por un callejón oscuro pero real mostrándonos lo oculto de los hombres e igualando a nuestro Abraham con cada hombre de la vida diaria: mintió respecto a su esposa Sara, la presentó y entregó como su hermana.  Tanta fe, tanta integridad, tanta fuerza interior y convicción no alcanzaron para no errar.  Cuando ya se había asentado Abraham y plantado en Beer-Sheba un tamarisco (símbolo de la morada duradera), D-os le pide que se convierta en estandarte de la fe.  Le llama para que ascienda al monte de Moriá (donde luego se construiría el Templo) y realice un sacrificio final: su único, su descendencia, el valor de su fe, a Itzjak.  No dudó, emprendió la marcha y al instante final, un sustituto le fue dado, un carnero dispuesto por el mismo Adonai sería de reemplazo.
Nuestro Padre Abraham y nosotros tenemos mucho en común.  Al principio del camino dejamos todo por seguir a D-os, luego que somos bendecidos caemos por nuestras debilidades, otra vez somos bendecidos y al final, toda nuestra capacidad espiritual es puesta a movilizarse como le sucedió a Abraham ante el pedido de entrega a su único, el todo, Itzjak.
La prueba, no es prueba en sí, D-os no juega con el hombre, mas bien nos conmueve para que broten nuestras posibilidades espirituales.  Yeshua HaMashiaj pone en nuestro corazón la alegría que tuvo Abraham cuando vio lo que D-os mismo hizo, disponer de un carnero que reemplace la muerte de su hijo. Abraham entendió el mensaje.  Habrá alguien en los futuros días que redimirá de la muerte a su descendencia y nos guiará en la senda que Adonai espera que transmitamos, la de Mishpat (juicio) y Tzedaká (justicia), ese alguien que siendo pre-existente a nuestro Padre Abraham, que es y será Yeshua HaMashiaj.

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico