VAETJANAN

Devarim: 3:23-7:11
Haftará: Isaías 40:1-26
Brit Jadasha: Marcos 12:28-34

«Escucha Israel, el Señ-r nuestro Di-s, el Señ-r uno es, y amaras al Señ- tu di-s de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas…»
La diferencia manifiesta del Pueblo de Israel con los pueblos vecinos en tiempos de la Revelación de la Tora es la existencia de un Di-s único.
No hay posibilidad de no ser claros ante el evento de la manifestación de la Verdad Divina como  la unidad frente a la multiplicidad de deidades que rodeaban a Israel.
Nuestros Sabios pusieron énfasis en lo único, lo indivisible y lo inmanifiesto de este Di-s, a tal punto que se consideró y aun se considera que toda persona que este fuera de este precepto esta directamente fuera del Pueblo de Israel.
Recordando que a este y solo a éste Di-s servimos, también el precepto agrega que amemos, diciéndonos incluso como amarlo.
La expresión sublime del amor al Señ-r es el producto final de nuestros sentimientos, pensamientos y actos, todo unido es amar a Di-s.
Mucho se esforzaron los Sabios e Interpretes de la Tora para saber si existe alguna medida o limite a esta entrega, y la mayoría acordó que el amor no tiene límites, así que se debe amar aun con toda la fuerza ( interpretada esta como servir a Di-s incluso con los bienes materiales que tenemos).
Si recordamos ahora la pregunta clásica en los líderes de Israel a Yeshua HaMashiaj sobre cual era el principal mandamiento, nos encontramos que era este mandamiento.
El cual incluye al segundo, amar al prójimo como a ti mismo, resumiendo estos dos  toda la ética de la Tora.
Cuando nos referimos a Di-s, nos referimos a uno solo, a quien le debemos amar por sobre todo, y cuando nos referimos al prójimo debemos amarlo como lo hacemos a nosotros mismos.
Con inmenso amor,
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico

VAETJANAN (2)

Siguiendo el relato de la Parasha anterior, Moshe transporta a la generación segunda de los salientes de Mitzraim (Egipto), el significado de todos los acontecimientos sucedidos en la travesía de Midbar Sinai (desierto de Sinaí).
La fuerte connotación de los hechos hace hincapié en la razón por la cual Adonai trajo a Bnei Israel (los hijos de Israel) de la esclavitud a la libertad, y ello es para la veneración o adoración de D-os.  No existe otra causa mayor que esta, y el seguimiento de las normas y leyes que fueron prescriptas, llevan justamente a la veneración que Adonai espera.
Por esta razón son repetidas las Aseret Hadibrot (los Diez Mandamientos), y manifestado el núcleo de la oración de Israel por milenios, el Shema.
Adonai es el D-os único, frente a la disparidad de dioses de los pueblos del mundo, el cual elige a Israel como su pueblo por amor, no por mérito de Israel, ha sido una decisión que prolonga la continuidad de un pueblo que tiene sus raíces en los patriarcas.  Este amor incondicional, implica nuestro compromiso, puesto que se nos ha dado que hacer en los días de nuestras vidas en este mundo, y como promesa se nos ofrece la justicia producto de esos actos.
El mérito, producto de lo que hacemos, es dado como corona de nuestras acciones, pero no conlleva a la liberación del alma de las tinieblas que rodean al hombre, puesto que Israel no fue elegido por su mérito sino por amor.  El mérito es un ejercicio que produce disciplina, que conduce al fuego divino, pero no es el fuego divino.
Durante cada período de los maestros de la Tora, cada uno intentó resumir la Tora a lo más sencillo, para que todo Israel venere a Adonai según la razón de su existencia, y como debía ser, Yeshua HaMashiaj enseñó la senda perfecta: el amor al D-os único y el amor al prójimo.
Un amor encendido es capaz de conducirte a la inmensa soledad del desierto, donde Israel recibió la Tora, sin sufrimientos ni dolores, porque ese amor todo lo da, todo lo tiene, todo lo lleva, para que tú puedas recibir en tu corazón las aseret hadibrot (diez mandamientos).

Con inmenso amor,
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico

VAETJANAN (3)

Shema Israel, Adonai Eloheinu, Adonai Ejad.
Escucha Israel, Adonai nuestro Di-s, Adonai uno es.
Esta parasha contiene lo que sintéticamente se define como el Shema, principio de la Tora, donde claramente se expresa que Di-s es uno.
Para comprender el estilo del lenguaje hebreo, debemos saber que Ejad tiene un doble significado: Uno de que en sí mismo no es plural, y Único en el sentido de que no hay otro Di-s. A partir de comprender esto, entonces es claro que todos los atributos revelados de El, como su misericordia o justicia, son esto y nada mas que esto, formas en que los creados podemos asir , por así decirlo, al Cread-r. Por ello, la multiplicidad convertida en unidad, no pertenece ni a la sintaxis ni a la gramática hebrea.
Cuando se le preguntó a Yeshua HaMashiaj, una clásica pregunta en el Pueblo Judío, cuál es el principal mandamiento, la respuesta fue el Shema ( el cual contiene los versículos 4 al 9 del capítulo 6 de Devarim, Deuteronomio), pero , una vez mas, en función de la estructura de pensamiento del pueblo judío, con solo citar la primera parte se cita el resto inexorablemente.Luego, agregó, el amor al prójimo, según Vaikra, Levítico 19-18.. Es muy interesante que ya fue dicho en Devarim 4:39 que el Di-s de la Tora es el Di-s Único, por ello, las palabras Adonai Eloheinu, El Señ-r nuestro Di-s, muy probablemente nos hablan de los tiempos en los que el Di-s de Israel dejará de ser nuestro Di-s solamente, para ser el Di-s de la humanidad, como esta escrito en Zejaría 14:9: En aquel día El Eterno será Uno y Su Nombre Uno.
También Di-s nos dirá a través de la Tora, que si cumplimos con los mandamientos nos adheriremos a El. Adherirse es fundirse, formar parte, para lo cual se necesita alcanzar una cierta naturaleza de la dimensión espiritual con la que fuimos creados.
La misma Tora, entonces, incluye en un camino determinado, el de la Voluntad de Di-s, a todos los hombres, judíos y gentiles, con la salvedad de Escuchar a Nuestro Di-s, al Di-s de Israel.. En la actualidad, la post -modernidad, con sus luces y sombras, se va convirtiendo en un tiempo de revisión de los rígidos principios de los dogmas. Uno de ellos es la tan mencionada búsqueda de los gentiles por parte de Yeshua, algo que la simple lectura de los Escritos Mesiánicos, conocidos como Evangelios, no ponen de relieve. La prioridad era la del Mesías Sufriente, llevar al Pueblo de Israel al cumplimiento de la Tora según sus enseñanzas, por ello, se debe empezar por los perdidos de la Casa de Israel.; Y los gentiles…?
La clave esta en el Concilio de Yerushalaim, hecho por la misma generación de discípulos del Maestro, ellos debían decidir que hacer con los gentiles que venían a Adonai Nuestro Di-s. Si se debieron reunir para decidirlo, es por que el Maestro no les dejó enseñanzas expresas. Podemos decir que no le interesaban a Yeshua? En absoluto, ya que el Mashiaj es Luz a las Naciones, es decir, la Tora sería llevada por El a las Naciones. Lo que sucede es que, claramente nos cuentan los Escritos Mesiánicos, se mantenían las formas del Pueblo de Israel, dictadas y debatidas por Saduceos, Fariseos y Escribas: los gentiles pueden ser: prosélitos de la puerta (su compromiso era reconocer al Di-s de Israel y seguir las Siete Leyes de Noaj) o prosélitos temerosos de Di-s, los cuales tenían un compromiso absoluto, implicando cumplimiento de la Tora, sacrificios, ofrendas y régimen de comida.
En ambos casos, los gentiles, denominados perros por Yeshua, en cuanto a sus prácticas y creencias, deberían pasar por la inmersión o mikve, sumergiéndose completamente tres veces en el agua, declarar que Adonai Nuestro Di-s, es el único Di-s, y luego se les daba un nombre hebreo, tal que, nunca mas se le recordaría su anterior estado de impureza y paganismo.
A los gentiles que reconocían a Yeshua como Mashiaj, se les sumergía en las aguas, en Nombre del atributo de Misericordia Divina, manifestado en Yeshua, es decir, Yeshua HaMashiaj, se les ordenaban ciertas mínimas prácticas ( leer Hechos 15) y se los enviaba a las Comunidades Judías para que continúen su incorporación al Pueblo de Israel como prosélitos, ya que claramente relata el autor de los Masei HaShelijim, Los Hechos de los Apóstoles, debían ir los sábados a aprender de Moshe ( es decir, a aprender la Tora Escrita y la Tora Oral, y ponerla en práctica).
Tal vez ha llegado el tiempo de la apertura al diálogo y el encuentro, el tiempo de que dejando los dogmas de lado, nos ocupemos con libertad de proclamar juntos que Di-s, Nuestro Di-s, es Único. Que la Eternidad de su Revelación no ha sido tergiversada, ni dividida, que no es ni una religión ni una identidad la que ciega nuestro entendimiento. Yeshua HaMashiaj, llama a todos los hombres, judíos y no judíos, caminemos por su camino en vez del nuestro.
Con inmenso amor,
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico