TZAV צו

Vaikra: 6-8:36
Haftara Irmiahu: 7:21-8:3; 9:22-23
Brith Jadasha: Hebreos 8:1-6

Esta porciòn de la Tora se dirige específicamente a los cohanim, sacerdotes.
Si bien parece una repetición de la anterior, ya que vuelve tratar temas especificos de los
Sacrificios, se pueden observar particularidades que expresan el sentido de cada uno de ellos.
Asì es como se explicita que el sacerdote deberà estar atento a que haya fuego constante
Sobre el altar, lo cual era una combinación entre el fuego divino, que encendiò la madera del altar, y el fuego que era aventado por las leñas que se colocaban.
De esta manera la dimensiòn divina y la humana se unìan en los sacrificios.
Un asunto muy importante, era la ofrenda Minjat Javitim, que era la torta de harina y aceite que el Sumo sacerdote debìa ofrecer  dos veces al dia, una mitad  a la mañana y  la otra a la tarde.
Esta ofrenda, que era pagada por el Sumo Sacerdote, no deberìa tener ni miel ni levadura.
La miel implica la atracción de los placeres y, la levadura representaba  el egocentrismo.
A su vez esta ofrenda era la ofrenda que traìan las personas mas pobres que no podìan sacrificar animales.
Todo esto tiene profundos significados: el mas importante hombre para la Comunidad debìa dar el ejemplo dos veces al dia de ofrecer sacrificios, si èl lo hacia, cuanto mas el pueblo al observarlo lo harìa. El hombre mas importante de la Comunidad de Israel, mostraba un ejemplo de humildad, para que los mas necesitados no se sintieran alejados de agradar a Di-s con su ofrenda, y los mas pudientes no consideren que agradarìan mas a Di-s por la calidad de lo que ofrecìan.
Es por esto que el fuego del Altar incluìa al fuego divino sumado al humano, ya que lo humano debe alentar lo divino y participar de èl, en igualdad y humildad, y esta participación comienza por aquellos que lideran y culmina en cada uno de los liderados, sin distinción.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesianico

TZAV(2)

Ha llegado el momento de la consagración de Aharon y sus hijos para el trabajo en el Mishcan, para ello Adonai ordena a Moshe la realización de sacrificios expiatorios por ellos. Tengamos presente que estos versículos parecen una copia de parashot anteriores, una vez mas se detalla como debe ser la consagración en el Mishcan, esto es así porque cada vez que la Tora desea remarcar algo lo repite.
La sangre de estos korbanot (sacrificios) debía ser derramada sobre el altar y en ciertas partes de los cuerpos de Aharon y sus hijos, quienes comenzarán a constituir uno de los tres grupos en Am Israel (pueblo de Israel).
Hacía muy poco tiempo Israel vivía en el medio de la idolatría de Mitzraim, Egipto, y la premisa de Adonai es la formación de un pueblo que lo adore según sus designios, mas Adonai es uno y su Nombre Uno, e Israel debía dejar de lado cualquier vestigio de paganismo. Por este motivo es sistema de sacrificios será un proceso educativo que referirá a una verdad: todos necesitamos acercarnos al Señor con una ofrenda en nuestras manos, puesto que el ietzer Hara (instinto del mal) nos separa de El.
El derramamiento de sangre, punto elevado de los korbanot, era acompañado por la declaración del error cometido.  Mas esta parasha muestra la consagración del Cohen Gadol  (Sumo Sacerdote) también con derramamiento de sangre, puesto que sin ella no hay institución de sacerdocio.
Toda la Escritura es una unidad, así entonces, el Mashiaj para ser consagrado para el servicio debería haber sido purificado con sangre, mas como Mashiaj ha sido su sangre la que se derramó para purificación de todos nuestros errores.
Al haber sido su sangre y no la de un animal lo ubica como el Siervo Sufriente que purifica a todos aquellos que hacen Teshuva (retorno a D-os).

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesianico

TZAV(3)

La indicación de los sacrificios y las formas ahora serán repetidas y enseñadas a Aarón y a sus hijos, los cohanim, sacerdotes.
Esta repetición constante y continua de cada uno de ellos, además de expresar las formas literarias de la antigüedad, en donde la repetición significa importancia, aclara los procesos mismos de los sacrificios, tanto para el oferente como para el sacerdote.
Adonai pedirá que haya fuego ardiendo continuamente en el altar, y que este fuego nunca ha de apagarse.
Como los sacrificios eran quemados, inevitablemente se necesita el fuego, sin embargo llama la atención que siempre este fuego debería estar presente, ya sea de día, de noche y en Shabat.
Mas aun, en la Parasha anterior, (Vaikra), se refuerza este mandamiento cuando Di-s solicita que el Cohen ponga fuego sobre fuego, es decir, al fuego del altar había que agregarle el fuego propio del sacrificio.
En términos prácticos, la pregunta que nos queda es de donde se obtenía la llama, y la respuesta que nos dice el Talmud es que la llama que encendía la Manera y la tenía siempre alumbrando, era la llama usada para el altar.
Esto nos indica que solo cuando el corazón del hombre esta encendido, puede alumbrar a la vivencia de la Tora, y que ha de haber un fuego en nuestro interior que es continuo, sin tiempo.
A ese fuego, se refiere Di-s cuando dice que siempre debe de estar encendido y alumbrando, ya que sin tener el corazón iluminado y purificado de nuestro ietzer hara, impulso del mal, no hay posibilidad de ofrecer sacrificios agradables o aceptables por Di-s.
Sino ofrecemos sacrificios por expiación de los errores cometidos o por cada una de las causas que nos enumera la Tora, entonces estos no son perdonados por Di-s.
La llama eterna que ilumina nuestro corazón es Yeshua HaMashiaj, su sacrificio representa lo más excelso y nos permite ingresar a las profundidades de la Tora, pero debemos tener su luz en nosotros, fuego eterno, sin tiempo ni espacio, que nos guía a la Voluntad Divina.
Si tienes ese fuego, camina y vive la Tora con los ojos del Mesías.
Si no lo tienes estas en penumbras, ves y no ves al mismo tiempo, es que no has reconocido al Mesías de Israel y el Redentor de la Humanidad, y para expiación de los errores necesitas del fuego encendido en el altar de tu corazón: Ve a El, Ve a Yeshua HaMashiaj!

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico