Parasha Tazriah – Metsorah 5785

Tora: Vaikra, levítico, 12:1-15:33
Haftara: Melajim bet, 2da de Reyes, 4:42-5:19
Masei Shelajim, Hebreos 8:1-4

Esta semana leemos dos parashiot, las cuales nos enseñan sobre los desvíos que se producen de acuerdo a lo que decimos con la palabra.
En primer lugar se detalla que la mujer al dar a luz a un niño o una niña debe ofrecer sacrificios para volver a ser tahor, pura. Jose y Miriam, padres de Yeshua HaMashiaj,  ofrecieron los sacrificios respectivos luego del nacimiento de Yeshua, viviendo la Tora.

También se nos enseña que lashon hara, hablar mal de otros, con o sin causa, basados en el odio, la rencilla o la envidia, es lo que produce que aparezca en el cuerpo una mancha que se extiende más allá de la piel, poniéndose el pelo blanco. Primero la ropa de la persona tiene una mancha, luego las paredes de la casa, si la persona no ha comprendido el error que cometió, entonces se extiende a su cuerpo.

El metzorah, traducido como leproso, debe vivir fuera del campamento de Israel y declarar a todos que es impuro, hasta que la mancha haya desaparecido. Siempre está abierta la puerta al regreso al Amor Divino, ya que si todo el cuerpo se contagia de la mancha, no solo una parte, entonces el metzorah es declarado tahor, puro.

Ieshuaiahu, Isaias, en el capítulo 1, llama a Israel al regreso a la Tora, ya que HaShem asegura que si hay regreso sean cuales fueran los errores serán perdonados. Yeshua HaMashiaj, de acuerdo a una de las tantas definiciones sobre la tarea del Mesías, es declarado impuro como un leproso, metzorah, llevando en su trabajo el error de todo el Pueblo de Israel y de las almas, todas, que trabajen para unirse con HaShem.

Esta escrito en Mishlei, proverbios, 18:21: la vida y la muerte están en manos de la lengua.
Esta sentencia nos llama a que seamos responsables del pensamiento, ya que lo que pensamos se traduce en palabras, con ellas podemos construir o destruir el propio camino.

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino