Parasha Lej Leja 5786
Haftara: Ieshaiahu, Isaias, 40:27-41:16
Masei HaShelajim, Romanos 4:1-25
Abram continúa su camino desde Ur de Caldea a la tierra de Kahanan. El, su esposa Saraí y su sobrino Lot, más las almas que estaban con él, siguen sus pasos. HaShem le abre el alma a un nuevo inicio: lej leja, cuya traducción más mística es: ve hacia ti mismo. Desde ese escalón, se le hace saber que se convierte en padre de un pueblo que surgirá de su simiente, que será camino de bendición o de maldición para quienes lo quieran detener.
Tuvo que vivir varias experiencias que parecen ajenas a tan lindas palabras, como el hambre en la tierra a la cual se le dijo que fuera, que el rey de Egipto quiera quitarle a su esposa, que deba luchar para salvar la vida de Lot. Como premio a su evolución, se le quitó la kehuna, sacerdocio, a Melkitzedek (que era Shem, hijo de Noaj) y se le dio a Abram.
Abram miró las estrellas y el vacío calló sobre él, no tenía ni siquiera un hijo entonces como sería padre de pueblos. HaShem le dio una nueva promesa, tendrá un hijo con Saraí, el cual será Itzjak. En la cumbre del desarrollo de su alma, arribó al dominio de su cuerpo cuando se le dio la circuncisión, obtiene un nuevo nombre: Abraham, padre de pueblos, y Saraí tiene un nuevo nombre: Sarah.
Abraham, Itzjak y Iahacob, son denominados como los padres del pueblo de Israel, ya que sus vidas son un signo del sendero de las almas cuando tienen la oportunidad de aprender en esta dimensión, ellos tuvieron contacto directo con Di s en sus vidas diarias.
Yeshua HaMashiaj, obviamente nombra a los Padres de Israel como un faro para el aprendizaje de todos aquellos que intenten caminar con integridad en el tiempo que les corresponde trabajar con su alma para elevarse un escalón más.
De ahí que, quien te bendiga será bendito y quien te maldiga será maldito, ya que el bien produce el bien y el odio produce más oscuridad en la persona que vive en tinieblas
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino
