LEJ LEJA – לך לך

Bereshit 12:1-17:27
Haftará: Isaías 40:27- 41:16
Brit Jadasha: Romanos 4:1-25

Teraj el padre de Abraham sale en busca de Canaán según nos cuenta el final de la parasha anterior, parashat Noaj, pero detiene su marcha.  Asimismo, el Tanaj en Yoshua (Josué) 24:1-3 nos dice que el padre de Abraham adoraba a dioses extraños.
Comenzando el relato de la Torá en esta Parasha Adonai le dice a Abraham: Lej Leja.  Para estas palabras existen varias interpretaciones, pueden traducirse: vete tú o ve hacia ti.  Nuestros sabios en el Midrash prefieren el segundo modo de entenderlo, D-os le está diciendo a nuestro patriarca que se dirija a la Tierra Prometida pero con la visión interior del D-os que le está dando la orden.
A partir de aquí la humanidad recibe el primer impulso claro de un Creador único que se involucra en la vida diaria de sus hijos, que no los abandona, que los protege y continuamente los guía.
Abraham también recibe las palabras que todos los pueblos hoy pueden alcanzar:  “bendeciré al que te bendijere y maldeciré al que te maldiga”.  Cuanta actualidad tiene esta sentencia divina pues Abraham padre del Pueblo de Israel es la simiente del pueblo que recibió al Mashiaj Yeshua, la Luz del Mundo, pero también la simiente del pueblo perseguido, calumniado e injuriado por siglos.
Queridos javerim, miremos a lo profundo de nuestro corazón siempre para seguir en esta senda hacia la Tierra Prometida, en el Olam Haze (mundo actual) Eretz Israel (Tierra de Israel), en el Olam Haba (mundo por venir), amando con gratitud al pueblo gentil que con tanta dedicación y entrega nos apoya en la extensión de la Besorá (la buena nueva) a nuestros hermanos judíos que aún no descubrieron que Yeshua es el Mashiaj, sabiendo que D-os le retribuirá grandemente su amor por el Pueblo de Israel.

Iosef Shemi
Rabino Mesiánico

Lej Leja (2)

El hermoso sector de la Tora de esta semana es el comienzo de la de los relatos relacionados a la vida de Abraham Abinu, Abraham Nuestro Padre ( padre el Pueblo de Israel, juntamente a Itzjac y Iaacob, de quien dirá mas tarde Rav Shaul, mas conocido como el Apóstol Pablo, son las raíces de  nuestra fe).
Di-s le dice: lej – leja, que en hebreo puede ser leído como vete hacia ti mismo, ve hacia donde tu corazón te indica, busca lo que en el hay, escucha lo que tu corazón dice.
Pero lej leja esta relacionado con una acción también específica, vete a la tierra que te mostrare…
Abraham en realidad estaba ya peregrinando con su padre Teraj, el cual muere en el camino y luego de asentarse unos años en Aran, así que no parece ser esta la causa principal por la cual Di-s le habla y lo signa con palabras como: te bendeciré, te multiplicare, serás bendición y maldición según seas tratado por los otros hombres.
Que tenia Abraham de diferente a los otros hombres? De el no sabemos nada (mas allá de los desarrollos de la Tradición Oral que lo muestran como el paladín de la fe en el Di-s Único), es muy poco lo que nos cuenta la Tora Escrita hasta aquí. Sin embargo, las sucesivas experiencias que vive,
nos dejan apreciar que su corazón tenia un sendero claro, y pese a las vicisitudes que vivirá, en todo momento seguirá fiel a la voz que ha brotado de su interior.
Era entonces un hombre excepcional! ……..Tal vez si, tal vez no….
En algunas situaciones se mostró político, como llamamos hoy día la mentira, a fin de no tener mayores problemas, en otras , contrariado con su propio destino de ser padre de un pueblo de fe.
De que otra manera iba a ser, después de todo, Abraham era un hombre como tu, como yo, como todos.
En este hombre, que era solo un hombre, Di-s deposito la fe que le haría seguir el camino trazado por la misma Divinidad.
Juntamente con la Tora Oral o la Tradición, podríamos decir que la voluntad de Di-s habia sido que Teraj y su hijo Abraham salieran de la tierra de Caldea, llena de idolatría y por ende alejada de lo que Di-s espera de los hombres, y fueran a otro lugar , hacia si mismos… y allí encontrar la profundidad del sentido de sus vidas.
No hay que ser un héroe bíblico para encontrarse con Di-s, solo hay que saber escuchar el corazón.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico