Jaie Sará 5781

Tora: Bereishit (génesis) 23:1-25:18
Haftará (profetas): Melajim alef ( I Reyes ) 1: 1-31
Meshijei Ketuvim (Escritos Mesiánicos) 1 Corintios 15:50-57

La misión de la vida que nos toca llevar adelante implica caminar en un sentido, hacia una meta, y mas alla de retrocesos, la meta debe ser la misma.

Abraham, el hombre que llego como ningún otro hasta ese momento a unirse con  Bore Olam, el Cread-r, luego de desarrollar su alma al máximo en el episodio de la atadura de Itzjak, pierde a su mujer Sara…y para sepultarla debe comprar un campo en la Tierra que Bore Olam le prometio a él y su descendencia. Habiendo logrado ello, se ocupa de Itzjak, de lograr su casamiento, de que Itzjak lograra unirse a una mujer para que la descendencia continúe no solo en el aspecto físico sino en el mismo camino que Abraham vivió y enseñó.

Aun los ángeles responden al deseo de Abraham y acompañan a Elehazer, su siervo, y este alla a Rivka, cuyo atributo mas saliente ha de ser la hospitalidad, signo del amor desarrollado del mismo  Abraham… los caminos se unen…e Itzjak recibe del Cielo el apoyo necesario para continuar el sendero de su padre. Las historias y las vidas se encadenan, generación viene y generación va, y todos en la búsqueda de la vida interior, manantial de aguas surgentes.

Siendo Abraham en el nivel del sod, misticismo, un concepto en nosotros mismos, su misión, nuestra misión, entonces la vida interior se vuelve la búsqueda de cada uno, cuya guía es Yeshua HaMashiaj, que nos enseña con qué intención vivir la Tora: manantial de aguas surgentes si la vivimos con el corazón.

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino